La antigüedad y la escasez de piezas similares coetáneas, unido a su probable procedencia nórdica, confieren especial interés al ejemplar del santuario de las Nieves. Con plato formado por cuerpos convexos de diámetro decreciente divididos por escalonamientos lisos y un estrangulamiento cóncavo central, remata en perilla torneada. La decoración, sobre fondos mates y punteados, se cifra en tres escudos cuartelados repetidos entre cabezas de querubines de dos pares de alas que soplan trompetas y cuernos, separados por cintas, en el cuerpo superior; espejos circulares entre formas geométricas en el central; y cenefa de acantos relevada en el inferior. Las figuras heráldicas corresponden a las familias flamencas de Vandale (salvaje con rodela y maza y tres estrellas) y Coquiel (león rampante y tres tréboles). Aunque no lleva marcas ni inscripción, la identidad de sus donantes, los antuerpienses Pablo Vandale, señor de Berendrech, Zuitland y Ballart, y su esposa, Ana Coquiel, señora de Lilloot, en Brabante, permiten atribuirle origen amberino.