El tema iconográfico de la santa Ana Triple o Mettertia fue ampliamente reproducido y replicado dentro de los talleres escultóricos de los Países Bajos, reflejo de la gran popularidad que alcanzó su devoción durante los siglos XV y XVI. De ahí la existencia de un buen número de piezas destinadas a la exportación que se ajustan tipológicamente al mismo arquetipo, como evidencian los ejemplares de la antigua capilla de SantAntoine d`Oosthoven, hoy en colección particular belga; del Museo de Artes Decorativas de París; o de la parroquia de Santa María Magdalena de Tudela, muy semejante al grupo de Santa Cruz de La Palma. La Virgen, de redondeado rostro juvenil y expresión dulce y abstraída, se acerca a la santa Catalina de la capital palmera Santa Catalina Mártir de Alejandría. Sobre sus rodillas y sujeto por ambas manos se sienta el Niño Jesús, que adopta una postura forzada para alcanzar la falsa piña ofrecida por su abuela, alegoría de su futuro sacrificio en la cruz y nexo de unión entre ambos personajes femeninos, mientras que con la diestra agarra un fruto más pequeño, acaso una cereza o "fruta del Paraíso". A su lado, su madre, cubierta por una toca con el pequeño doblez en pico característico de la moda coetánea, hojea un libro abierto, símbolo del cumplimiento de las escrituras. De perfil poligonal, el sitial que recoge el grupo muestra adornos de cardinas, baquetones torsos, respaldo de tracería, pináculos y manzanas góticas.
La incuestionable filiación brabanzona y antuerpiense de este grupo escultórico viene acreditada por el hallazgo de una mano (marca gremial de garantía de Amberes) en el lado derecho de su peana durante su proceso de desinsectación en el Taller Insular de La Palma (Negrín Delgado, 2004: 218- 222). La escultura ha sido atribuida por R. Didier al taller de un anónimo autor al que propone llamar "el maestro antuerpiense de las Santa Ana trinitarias con libro y racimo de uvas", cuya actividad constriñe a la década de 1510- 1520.
Símbolo emblemático de Cataluña, el culto a la Virgen de Montserrat se halla vinculado a la expansión comercial y cultural de los catalanes, como iconográficamente expresivo de su identidad cultural.
Fundadores de la iglesia que bajo su título fue erigida en el ingenio azucarero de Los Sauces, con ellos se relaciona la pintura sobre tabla que hasta 1686 presidió el altar mayor, hoy en el baptisterio. Delante del este gran cuadro de altar, se recortaba la figura de la imagen en escultura de la patrona del lugar, colocada sobre el sagrario, bajo cuyos pies dos angelitos aserraban una montaña, atributo iconográfico que identifica a la Virgen de Montserrat.
Figura inventariada por primera vez en 1602 como "vn retablo de pincel de madera donde está Nuestra Señora de Monsarrate". En 1616 consta como "vna ymagen de Nuestra Señora de Monserrate grande, pintada al olio, que coxe todo el altar". Aunque se desconocen las circunstancias concretas del encargo, su filiación a la escuela de Brujas apunta a su importación bien por parte de Tomás Van de Walle de Cervellón († 1595), natural de Brujas, que en 1588 adquirió el "heredamiento de los Catalanes" —una de las dos grandes haciendas de cañaverales en las que se dividía el término de Los Sauces— con el patronazgo de la iglesia de Montserrat, y que también desempeñó el cargo de mayordomo del mismo templo desde 1589 hasta 1592; o bien por su hermano Jerónimo Van de Walle de Cervellón († 1580), yerno y socio comercial del catalán Marcos Dalmao Roberto de Montserrat, establecido en la isla a la sombra de su tío, Marcos Roberto de Montserrat, administrador de aquella hacienda de los Catalanes desde 1554.
Iglesia de Nuestra Señora de Montserrat
Capilla del baptisterio
Gral. C-830 Bajamar, 2D
Los Sauces
38729 San Andrés y Sauces
La Palma
Plaza de la Real Sociedad Económica de Amigos
del País de Gran Canaria, 1
35001, Las Palmas de Gran Canaria
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