Esta efigie mariana, tallada en madera, dorada y policromada, es una de las esculturas más antiguas conservadas en La Gomera y nos remite a un tipo de imagen bastante arcaizante que Negrín Delgado cataloga como pieza procedente de los talleres bruselenses y con una cronología entre 1490-1500. Estamos, pues, ante la que quizá sea la primera obra flamenca en llegar hasta la isla y debemos inscribirla sin duda en ese primer trasiego de obras que recalaron en el Archipìélago debido al comercio de la caña de azúcar con Flandes, aunque son fechas demasiado tempranas aún para aseverar que fuera producto de un intercambio con los ingenios instalados en la isla, cuya documentación remite a unas décadas algo posteriores a los de la escultura importada.
La imagen nos muestra a la Virgen con el Niño sobre su brazo derecho. A pesar de su pérdida casi total de policromía, la imagen deja entrever en los restos de estofado y color, lo que hubo de ser una obra de gran lujo para el contexto insular de las primeras décadas del siglo XVI. Ello explicaría también la importancia de su culto y procesiones durante el mes de octubre a lo largo de las distintas centurias hasta que, debido a cuestiones derivadas de la dificultad de acceso hasta la ermita y a lo impracticable del camino en época de lluvias, se popularizó la devoción y el peregrinaje hacia Puntallana, donde se encuentra la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Las formas curvas predominan en la figura de la Virgen, que presenta un muy sutil contraposto hacia la derecha mientras ladea su cabeza hacia la izquierda, creando un movimiento grácil aunque siga predominando su tendencia a las formas hieráticas. En contraposición, el Niño está tallado con mayor fortuna y juega en el brazo de su madre mientras inclina suavemente su mirada. Tanto el trabajo de los brazos y piernas de Jesús como su propia túnica revelan un acabado elegante, mientras que los paños de la Virgen acusan una cierta tendencia hacia formas angulosas.
La Virgen de las Nieves es una de las imágenes más antiguas y de mayor devoción histórica en La Gomera. Los orígenes de la misma se vinculan a la ermita homónima, situada en el pago de Jerduñe, en San Sebastián de La Gomera y de cuya advocación fue imagen titular hasta las últimas décadas del pasado siglo, cuando fue retirada de la misma y situada en uno de los nichos laterales del retablo de San Miguel Arcángel de la iglesia parroquial de la Asunción, donde se conserva en la actualidad.
La pérdida de la documentación asociada a la ermita de las Nieves impide en gran medida profundizar en sus orígenes, aunque Darias Príncipe apunta como primera fecha el año de 1556. También conocida como Virgen de la Salud, primitivamente se puso bajo la advocación de las Nieves, siendo esta última la que ha perdurado en la memoria colectiva.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Nave lateral. Retablo de San Miguel Arcángel. Hornacina derecha
Real, 24
San Sebastián de La Gomera
38800 San Sebastián de la Gomera
La Gomera.
Plaza de la Real Sociedad Económica de Amigos
del País de Gran Canaria, 1
35001, Las Palmas de Gran Canaria
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